El techo en la ingeniería: indicador de progreso de la sociedad

26. enero 2022

Protege de las inclemencias del tiempo, sirve de alojamiento y une a las personas: el techo. A lo largo de los siglos, su forma, materiales y poder simbólico han cambiado. La energía visionaria y creativa de arquitectos e ingenieros ha dado lugar a resultados asombrosos, hitos de la arquitectura reciente. A continuación, se presentan obras de ingeniería impresionantes y se analiza qué reflejo de la sociedad tiene hoy el techo.


La fusión visual del espacio vital y la naturaleza

Debido a su translucidez, el vidrio en la arquitectura genera un ambiente espacial agradable y amplio. El material responde al deseo de la generación actual de más transparencia: permite ver tanto el exterior como el interior y da una sensación de amplitud. El espacio vital y la naturaleza o el vecindario se convierten en una unidad.

Más de 30 tipos de techos diferentes

Conocida es la frase "todos bajo el mismo techo", que transmite un sentido de comunidad. Un techo cierra un edificio o cubre zonas abiertas, da forma a la apariencia de toda la estructura y es un signo de la creatividad de los ingenieros. La forma está a menudo inspirada en la naturaleza y cada vez surgen formas más innovadoras con el creciente desarrollo de la tecnología y la investigación de materiales. Así es como los primeros techos de alrededor de 12.000 a.C. se convirtieron en las formas libres amorfas más filigranas.

Hitos de la ingeniería en los años 60 y 70

Las estructuras de techo más destacadas desempeñaron un papel cada vez más importante en el marco de las exposiciones mundiales y mostraban el progreso técnico de la época. Así, para la Exposición Universal de 1967 en Montreal (Canadá) se creó la Biosphère, una gigantesca esfera hecha con un armazón de acero tridimensional. Richard Buckminster Fuller fue el responsable de la estructura.

El pabellón alemán de la Expo fue igual de emocionante. Los arquitectos Frei Otto y Rolf Gutbrod, en colaboración con el ingeniero Fritz Leonhardt, idearon una estructura de red de cables de 8.000 m2. Fue el precursor de la cubierta del Estadio Olímpico de Múnich, construido en 1972 por Frei Otto y el estudio de arquitectura Behnisch & Partners. Un ejemplo de construcción ligera que se desarrolló en la arquitectura en esta época, la estructura simbolizaba la transparencia, la libertad y la democracia.

El techo como reflejo de la sociedad

Como la sociedad cambia y la arquitectura le sigue, recientemente, la atención se ha centrado en otros temas que cobran importancia: cambio climático, sostenibilidad y ecología. Esto se refleja, por ejemplo, en el uso de materiales de construcción respetuosos con el medio ambiente, como la madera. Los arquitectos e ingenieros están combinando las estructuras de los techos con sistemas fotovoltaicos o solares térmicos para aumentar la eficiencia energética de los edificios. Un ejemplo es la creación en 1999 en Herne, en la antigua Zeche Mont Cenis, de un edificio industrial con techo de cristal que abarca una pequeña ciudad como una envoltura climática, haciendo que la ciudad sea energéticamente independiente.

Otro tema de actualidad en la generación actual es el hedonismo, que se expresa en la sociedad de la diversión y la experiencia. Las Islas Tropicales, al sur de Berlín, proyectadas originalmente por el estudio de arquitectura muniqués SIAT para la fabricación de zepelines de carga, es la mayor edificación industrial independiente del mundo. Bajo su techo, los visitantes pueden nadar, comer, pasear por una selva y pasar la noche en una réplica del paraíso de los Mares del Sur. Las habilidades de ingeniería exhibidas por la empresa de ingeniería Arup con este proyecto encuentran reconocimiento en los círculos profesionales, mientras que su uso genera sonrisas.

© By Rubendene (Own work), [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons; Espacio Parasol Sevilla

Del modelo a la aplicación: una metodología basada en imágenes

Con el creciente progreso tecnológico, también se desarrollan nuevas posibilidades de cálculo y diseño de cubiertas, y de utilización de diferentes materiales. En marzo de 2011, por ejemplo, se completó el proyecto del concurso para el rediseño de la Plaza de la Encarnación de Sevilla: el Metropol Parasol del arquitecto Jürgen Meyer H. y la empresa de ingeniería Arup. La forma de perfil de la sombrilla de 5.000 m2, cortada en paneles, se convirtió en la estructura de soporte con paneles de hasta 3 metros de altura, que se "pegaron" en una cuadrícula de 1,5 metros.

Fue un gran reto levantar una estructura de techo con un número limitado de pilotes de cimentación en las ruinas romanas. Debido a las agradables propiedades de la madera y a su ligero peso, se decidió no utilizar acero. Sin embargo, sin el nuevo proceso de pulverización de la madera con poliuretano y un cálculo estructural apoyado por el último y potente software BIM, no habría sido posible utilizar este material respetuoso con el medio ambiente. El resultado fue una estructura orgánica de una geometría de red tridimensional, que ofrece a las personas en la plaza protección contra el sol y, al mismo tiempo, una superficie de techo transitable. La forma y el simbolismo de los techos seguirán cambiando en el futuro, pero lo que permanecerá constante es su función de protección y seguridad.

New call-to-action